Él decía:
tu cadera tiene cadencia,
y con la cabeza en el vientre
sellaba su nombre.
Él decía:
sólo un té de tus pechos
para curar el resfrío de todos estos años.
domingo, 31 de enero de 2010
martes, 5 de enero de 2010
Rescate
- Rescate
Trituro el sol
devoro enero,
perforo los paraguas de la noche
Mastico los talones del mar
enhebro pupilas, adoquines, muelles.
Me pongo al hombro aquel humo de Nonino
desmayando lilas,
bajo la lluvia de Van Gogh
Acopio en mi morral las sortijas de estos siglos
y descalzo mi piel demorada
esperando frente a tanta nieve,
ver sangrar la herida
Con este poema participo en el segundo Concurso de Poesía de Heptagrama
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